Los profesionales que trabajamos en servicios sanitarios o que estamos en contacto directo y constante con las personas, observamos diferentes inquietudes, propias de las diversas etapas de la vida. En las residencias geriátricas, como Portamar Residencial, nos encontramos especialmente ante personas que hacen frente a la etapa final, que acabará con el cierre del ciclo vital, la muerte. La muerte forma parte de la vida y es necesario entenderla y poder gestionar todas las emociones que genera, como el miedo, la ira y la tristeza. Por ello, es muy importante proporcionar un buen acompañamiento a la persona que presenta una enfermedad grave o que se está muriendo.
De este modo, por un lado, hemos de atender las necesidades de la persona que está en tránsito de fallecer y, por otra parte, la de los familiares. Pero tampoco podemos dejar de tener en cuenta las necesidades de los profesionales asistenciales, que muchas veces nos vemos obligados a comunicar malas noticias, como por ejemplo la muerte de un familiar querido. Los profesionales también somos personas que tenemos que afrontar nuestras propias emociones y es conveniente que sepamos cuál es la forma más adecuada de afrontar esta situación.
1. Saber a quién nos estamos dirigiendo. Es importante haber conocido a la persona y saber qué relación habÃa entre esta y el familiar a quien le estamos comunicando la mala noticia.
2. Permitir momentos de silencio. Es mejor no decir nada si no se sabe qué decir. Es preferible mostrar afecto a partir de la comunicación no verbal, como por ejemplo, a través de miradas de apoyo, cogiendo de la mano, poner la mano sobre el hombro o, incluso, dar abrazos si hay suficiente confianza .
3. Escuchar activamente y hablar sobre lo que la persona que sufre el duelo tenga ganas, sin forzar las conversaciones. También se puede resumir lo que la persona dice, para hacer saber que la estamos escuchando con atención y que hemos entendido lo que nos está diciendo o pidiendo: "me estás diciendo que ...", "te refieres a ...", "quieres decir que ...".
4. Transmitir empatÃa y apoyo, a través de frases como:
Lamento la pérdida de su familiar tan querido
Sé que esta pérdida es dura ... / Sé que estos son momentos duros ...
Sabemos que la muerte es parte de la vida, pero nunca estamos preparados para este momento ...
Estoy / estamos aquà para lo que necesite
Le hemos dado toda la atención que necesitaba y ha estado acompañado en todo momento
En este momento no hay palabras ...
El / la recordaremos con afecto y el / la echaremos de menos
(Todas estas afirmaciones se deben decir siempre y cuando sean verdad y se sientan desde el corazón)
5. Evitar las "tÃpicas" frases que intentan animar como:
El tiempo lo cura todo ... (aunque se sepa que el paso del tiempo ayuda en la elaboración del duelo)
El primer año es el peor, ya pasará ...
Cuando intentamos animar de esta manera o intentamos distraer a la persona, nos distanciamos de ella. En estos momentos, lo que hace falta es que estemos presentes para lo que necesite.
Estas pautas son útiles para los profesionales asistenciales y también para los amigos y personas cercanas que acompañan a las personas que están en proceso de duelo.
"Acepta. No es resignación, pero nada te hace perder más energÃa que el resistir y luchar contra una situación que no puedes cambiar." -Dalai Lama-