Ha sido un placer colaborar con el Grupo Lur y poder impartir un taller de inteligencia emocional en el Parque Zoológico de Barcelona.
Los alumnos de dos clases de 2º de ESO se mostraron muy participativos durante todo el taller.
Una de las actividades que realizamos consistió en representar una emoción con un color y situarla en una parte del cuerpo. Los pasos que seguimos son los siguientes:
Un voluntario se pone sobre un trozo de papel de embalar para que otro compañero dibuje su silueta.
Cada uno de los alumnos piensa una emoción, con qué color la representaría y en qué parte del cuerpo la siente.
Cuando lo tenga pensado, coge un rotulador de este mismo color y escribe la emoción en la parte del cuerpo de la silueta.
Finalmente, cada uno puede comentar porque ha escogido este color y la parte del cuerpo. Por ejemplo, he elegido el color marrón y he escrito nervios en la barriga para que este color no es muy bonito y cuando me siento nervioso me duele la barriga y no me siento bien.
Gracias a esta actividad, fueron más conscientes de cómo sienten sus propias emociones. Este es el primer paso para poder gestionar mejor las emociones, es decir, expresarlas de manera adecuada. Además, también hace que sea posible la capacidad de empatía con los demás.
Algunas de las conclusiones a las cuales llegamos en este taller de inteligencia emocional son:
Cada uno siente y percibe las emociones a su manera y todas están bien. No hay una manera correcta ni incorrecta de sentir las emociones.
Todas las emociones son válidas y necesarias. No hay emociones positivas ni negativas, simplemente algunas son agradables y otras desagradables.
Las emociones nos preparan para la acción. Por ejemplo, cuando sentimos miedo aumenta nuestro ritmo cardíaco para que llegue más sangre a los músculos y podamos huir del peligro.
