Más de una vez he escuchado decir que quien está enamorado sufre. También puedo sufrir por mis hijos porque quiero que estén bien y no les pase nada malo. Por lo tanto, pienso que es normal sentir cierta "precupación" porque desearía que nos mantuviéramos bien.
Pero que desee estar bien no significa que tenga el control de todo. Evidentemente, tengo que seguir siendo proactiva y no conformarme para intentar crear mi vida tal como me gustaría. Sin embargo, no debería preocuparme de si la otra persona siente exactamente lo mismo que yo, ni tener miedo de que la relación se acabe…
Cuando estoy en una relación sentimental debería tener claro estos 2 puntos para evitar el sufrimiento:
1. Tengo que aceptar que no tengo el control de todo:
No tengo el control de lo que la otra persona piensa
No tengo el control de lo que la otra persona siente
No tengo el control de cómo evolucionará la relación
No tengo el control de los obstáculos que aparecen en nuestro camino
2. Afortunadamente:
Sí que tengo el control de mis pensamientos. Por lo tanto, puedo enfocarme en aquellos que son positivos y confiar en lugar de desconfiar.
Sí que tengo el control de mis actos. Puedo dar amor y disfrutar del hecho de dar. No esperar a que el otro se acerque antes, no esperar que el otro lo agradezca. Me he de permitir ser genuina y demostrar lo que siento. Dejar atrás el miedo a sufrir.
Realmente el amor no es sufrimiento.
Así me atrevo a decir: "Te quiero"
O como dicen en Italia: "Ti voglio benne"
Ya que amar es querer que la otra persona esté bien.
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