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Cuento de las emociones

Actualizado: 29 mar 2018

Ayer volví a realizar el taller de gestión emocional con otro grupo de jóvenes adoptados, a través del Servicio de Atención postadoptiva de la Generalitat de Catalunya.

Esta vez fue diferente, ni mejor ni peor. La experiencia de cada taller es única, ya que cada persona que participó es única. Todos comunicaron sus emociones y lo que pensaban acerca de ellas. Además, las dinámicas que realizamos les permitieron obtener otros puntos de vista y más amplios.

Una de las reflexiones que más les gustó fue el mensaje que transmite este cuento que les expliqué:


"La Tristeza y la Furia" de Jorge Bucay


En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...

En un reino mágico, donde las cosas no tangibles se vuelven concretas… Había una vez, un estanque maravilloso.

Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente.

Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la Tristeza y la Furia.

Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas entraron al estanque.

La Furia, apurada (como siempre esta la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún, salió del agua...

Pero la Furia es ciega, o por lo menos no distingue claramente la realidad, así que, desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...

Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la Tristeza...

Y así vestida de Tristeza, la Furia se fue.

Muy calmada, y muy serena, dispuesta como siempre a quedarse en el lugar donde está, la Tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho, sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.

En la orilla se encontró con que su ropa ya no estaba.

Como todos sabemos, si hay algo que a la Tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la Furia.

Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la Furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta Furia que vemos es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la Furia, en realidad está escondida la Tristeza.

A veces sentimos una emoción, pero expresamos otra diferente...

¿Lo hacemos por ignorancia? ¿Por vergüenza? ¿Pensamos que así nos protegemos?


Tres facetas diferentes de la inteligencia emocional son la capacidad de expressar las quejas en forma de críticas positivas, la creación de un clima que valore la diversidad y no la convierta en una fuente de fricción y el hecho de saber establecer redes diferentes. - Daniel Goleman-

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